viernes, 27 de mayo de 2011

¿Demasiado Tomate?

TOMATE
Me presento. Mi nombre es Carlos Blanco Bonet, nací el 30 de agosto de 1986 en Madrid, soy licenciado en derecho por la universidad Carlos III de Madrid, tengo un máster en RR.HH y derecho empresarial y soy Gestor Administrativo, pero seguramente de lo que más orgulloso me siento es que desde el pasado 6 de Octubre, me convertí,  como digo yo, en activo de la Fiesta Nacional (Sí, Cataluña es España).

Desde ese día, apodero al joven novillero cordobés Juan Romero “El Zorro”.  Publicidad: juanromero-elzorro.blogspot.com. Esa fecha no la olvidaré nunca, empezó mi aventura más excitante. Quiero ayudar a un chico que está loco. Quiere ser torero.
En un momento tan convulso para la Fiesta, somos nosotros, los taurinos, los que debemos defender de forma pacífica nuestra pasión. Para ello, no se me ocurre mejor forma de hacerlo que apoyar a la cantera, a los jóvenes talentos que pronto nos harán vibrar y llenar los tendidos de las plazas españolas. Estamos en un momento dulce, son muchos los toreros que pueden conformar un cartel de expectación en la actualidad, pero no debemos nunca caer en la trampa y dejar descubierta nuestra espalda, siempre debe haber preparado el relevo generacional. Si no lo hacemos así, la Fiesta podría morir sin necesidad de “antis”.
Por cierto, yo soy de los que agradece a este colectivo la gran publicidad que nos están haciendo. Gracias de corazón.

No obstante, me gustaría dejar una reflexión para empezar: Estamos divididos por nuestra fiesta. El otro día en un bar dos personas discutían por el sí o por el no de los toros. Pero nadie se pregunta el porqué un asesino no cumple su pena integra, porqué mueren cientos de mujeres diarias a manos de sus parejas. Porque se ha negociado en público con terroristas que no han dudado de sesgar vidas humanas inocentes. Porqué hay tantos parados. Faltan 192 personas que ya no pueden disfrutar de la Fiesta Nacional. ¿Nadie se desnuda y se echa tomate en el cuerpo por una explicación razonable al respecto?

Fuente: Carlos Blanco Bonet

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