TauroFiesta: TARDE DE TRIUNFOS EN CÁJAR (GRANADA) CRÓNICA Y REPORTAJE

Tuvo lugar por primera vez en la historia un festival taurino en la localidad granadina de Cájar. Tarde triunfal.

En tarde de agradable temperatura, con buena entrada, se lidiaron 5 novillos de Macandro, buenos en general, destacando el primero muy flojo y el sexto, al que se le dio la vuelta al ruedo.

Rejoneador Francisco José Alcazar.

Comenzaba el festejo con el único rejoneador de la tarde, Francisco José Alcazar, y desde luego no estuvo nada mal a pesar de encontrarse con un público aún frío de ovaciones, debido a la elevada temperatura que había en el ambiente. Colocó 2 rejones de castigo y un tercio de banderillas bien rematado que acabó por encender los ánimos del venerable que se apagarían tras los numerosos descabellos que necesitó para acabar con su adversario. Una vez cambiado el caballo consiguió colocar sus rejones de castigo, uno de ellos con más acertadísima puntería que el otro. El puntillero no anduvo demasiado acertado y a pesar de ello, consiguió la ovación de los espectadores entregados ya a la fiesta.

Matador Víctor Janeiro

Víctor, con un novillo canela, ejecutó pases acertados con suerte de capa en serpentina que dejó boquiabiertos al público. Fortuna la de contar con un majestuoso rehiletero que supo colocar con excelente puntería ese par de banderillas que provocaron majestuosos aplausos también en el público. Janeiro…..viendo que tras las caídas de su presa lo tenía controlado… jugó a ponerse de rodillas consiguiendo con ello llevarse su oreja porque a pesar de tirar a matar con soberbia, la diana en forma de estoque no quedó del todo sepultada. De nuevo hubo que apuntillar a un novillo escondido entre tablas que al final terminó por rendirse.

Matador de toros granadino José Antonio Cejudo “El Güejareño”

Con la plaza prácticamente llena, estaba El Güejareño esperando a su novillo noble y templado. Sintió nuestro “mataor” el apoyo de un público que lo vitoreaba a cada momento.

José Antonio Cejudo “El Güejareño” mataor como el que más mostró una rasmia soberbia inconmensurable a su adversario al que tenía muchas ganas de torear, ofreciendo grandes y elegantes pases. El Güejareño con la seguridad que da el arte y el saber hacer las cosas muy bien, colocó en su sitio al animal sacándole el máximo. El maestro acercándose al toro en total desafío, se pone de rodillas ante él retándolo a que saque su bravura. Tanto arte tiene que demostrar nuestro torero que se olvidó de que ya tenía que matarlo. Así que empezó a estirarse con perversidad clavando con la mano izquierda, mientras con el capote controlaba el respingo de su toro. El maestro Güejareño, gritando, sacudió a su cuadrilla para que no se acercasen a su animal, demostrando nuevamente que nuestro mataor es un maestro en esta fiesta. Qué impresionante forma de torear sirviendo en bandeja de plata alma, raza y empuje. Bravo Jose Antonio, así estuviste dando la vuelta al ruedo, mientras te llovían ramos de claveles y sentías el clamor sincero de un público al que habías dejado satisfecho de buen toreo. Ole por tus dos orejas.

Novillero Cristian Guerrero de Villanueva del Mesía (Granada)

Joven novillero que triunfó en una plaza por su facilidad de contagiar y poner de su parte al público con una puesta en escena donde la elegancia y el buen juego de brazos convierten en especial una tarde de toros. Un novillero con valor y clase que dominó con su técnica.

En el momento del embroque fue tan certero su estoque que el animal no tuvo otra más que caer al suelo, toro que murió al instante sin ayuda de “apuntillamiento”. El público aplaudía sin cesar a este novillero que se mantuvo en el ruedo hasta ver caer a su novillo al que acabaría cortando dos orejas que pasearía entre flores alrededor de la plaza.

Novillero Jose Antonio Pardo Marín: “Joselete” de Cájar

Novillero nacido donde se había asentado la plaza, salió con la seguridad de estar arropado por numerosas peñas y familiares, pero no por eso dejó de hacer una faena que difícilmente olvidaremos los que estuvimos allí.

Novillo difícil de torear al faltarle las fuerzas y al caerse en ocasiones que por momentos parecía que iba cruzado, pero al que nuestro novillero consiguió arrancar dos orejas.

Novillero de técnica aún por depurar, pero con ganas de jugarse la vida en la pelea que le valió salir a hombros tras pasear sus dos orejas. Sin duda un triunfador que tendrá que seguir demostrando ante todos los toros que le quedan por matar su buen concepto del arte del toreo.

Felicidades porque engrandeciste la maestría que hay que tener en la profesión con esos espectaculares pases de muleta, por provocar esa capacidad de embestida a tu novillo, por esos pases de pecho que remataste con elegantísimos muletazos que provocaron los clamores y aplausos del respetable.

¡Qué forma tan excelente de seguir con la temporada, ánimo para las siguientes novilladas!